Alexandra Aragão
Instituto Jurídico

«Desde principios del siglo XXI, ante el catastrófico declive de la biodiversidad y la manifiesta vulnerabilidad humana al cambio climático, la diplomacia medioambiental se ha convertido en una realidad ineludible. En 2020, la pandemia solo aumentó la visibilidad de la interconexión entre todos los pueblos del mundo y entre ellos y la naturaleza, reforzando la centralidad de la diplomacia ambiental. Sin embargo, la diplomacia no puede dejar de confiar en la transparencia de la gestión compartida del principal Bien Común: el sistema terrestre. Combinar las tecnologías geoespaciales con la Diplomacia Ambiental es hoy en día de importancia estratégica»

Clarissa D'Isep
PUC-SP

« El mundo de hoy tiene peligrosos problemas ambientales que amenazan a la humanidad, al medio ambiente y revelan un mayor desafío geopolítico y geojurídico. La necesidad de construir una cultura de cooperación y el régimen jurídico solidario son algunos de los desafíos de la Diplomacia y la Paradiplomacia Ambiental. Corresponderá a los funcionarios gubernamentales, diplomáticos, la comunidad académico-científica y la ciudadanía, a través de las técnicas de negociación plural, regulación, contratos y mecanismos de autogestión construir la geo-ley para la protección ambiental planetaria »

Phillipe Billet
Institut de Droit de l'Environement da Université de Lyon 3

«La aceleración del declive de la biodiversidad y la conciencia de la vulnerabilidad humana en el contexto del Medio Ambiente modifican profundamente las formas de diálogo entre los Estados. Ya no se trata solo de discutir el reparto de los recursos naturales, de identificar las líneas de demarcación de los espacios marinos o terrestres, de poner en juego la responsabilidad de un Estado hacia otro Estado o de proteger tal o cual especie a nivel internacional. Ahora se trata de encontrar formas de cooperación internacional para anticipar y combatir los desafíos globales y los efectos transnacionales. Este nuevo desafío geo-político requiere de la necesaria cooperación de los Estados debido a las interconexiones ambientales que los unen y los hacen interdependientes »

Jorge Masseran
Universidade Presbiteriana Mackenzie

«La naturaleza de los grupos vulnerables existenciales une la familia humana y los bienes ambientales, observados más allá de garantizar nuestra supervivencia y dignidad, proyectan su importancia desde la dimensión local al escenario internacional. La diplomacia y la Paradiplomacia jurídica son expresiones de la necesidad de diálogos, entendimientos, construcciones y composiciones de fuentes e instrumentos normativos del derecho y sus fines se confunden con la realización de los Derechos Humanos. La rica experiencia histórica, cultural, jurídica y ambiental de Brasil, independizada por la diplomacia, debe continuar acompañando este camino de doble sentido que une la naturaleza humana con la ambiental »

Yanelys Delgado Triana
Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas

«Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha mantenido una estrecha correspondencia con el medio que la rodea, gozando de un gran número de derechos que, fundamentalmente, la legitiman para hacer uso de ella. En este contexto, la Diplomacia Ambiental es una de las vías más adecuadas para enfrentar los desafíos y metas de la sustentabilidad ambiental en el siglo XXI, debido a la obligación de preservar y proteger la estabilidad del medio ambiente en su interacción con el hombre y la tecnología »

Isabel Maria Freitas Valente
CEIS20 da Universidade de Coimbra

«En los últimos años del siglo XX y principios del XXI, la“ gran batalla de ideas ”, es decir, el debate sobre la Contemporaneidad, se ha desarrollado en torno a una reflexión profunda sobre los temas ambientales. Desde entonces, como señala Viriato Soromenho-Marques, “la necesidad de una política ambiental internacional es necesaria, como un intento de encontrar una respuesta, en el mismo plano y en la misma escala, a los problemas críticos, cuyos contornos planetarios, requieren la acción concertada de Estados ". En este contexto, la Diplomacia Ambiental es fundamental para la sostenibilidad y la necesidad de garantizar la justicia social para todos. Esta relevancia ha cobrado mayor visibilidad con la profundización de la crisis ecológica, con el aumento de las temperaturas medias y la destrucción de la biodiversidad»

Cátia Marques Cebola
Centro de Investigação em Estudos Jurídicos do Instituto Politécnico de Leiria

«La sostenibilidad es la piedra angular de la Agenda 2030 de la ONU y, en todo el mundo, los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son el plan de acción para la próxima década, uniendo pueblos, culturas, gobiernos, entidades públicas y privadas alrededor de un conjunto de objetivos compartidos. Los problemas globales exigen soluciones comunes, culturalmente transversales y con medidas multidisciplinares que permitan su sostenibilidad y su éxito efectivo. Vivir en un mundo global hoy significa tomar el espacio de los demás como nuestro y enfrentar, simultáneamente, los problemas de los demás como problemas de todos. En esta búsqueda del bien común y de soluciones compartidas, el diálogo y la mediación como instrumentos de diplomacia participativa serán la base para asegurar el deseado desarrollo sostenible»

Alessandra Silveira
Centro de Estudos em Direito da União Europeia (CEDU) da Universidade do Minho

«La democracia representativa es difícil de adaptar a los problemas intertemporales y la asunción de responsabilidades a largo plazo, como serían las asociadas a la sostenibilidad, básicamente porque las generaciones futuras no votan. Dado que no se pretende renunciar ni a la democracia ni a la sostenibilidad, es importante desentrañar el papel de las tecnologías digitales en esta ecuación. Además de las dimensiones económicas, sociales y medioambientales tradicionalmente asociadas a la sostenibilidad, corresponde a los científicos profundizar en los rasgos de un concepto de sostenibilidad tecnológica que articule esas tres dimensiones, con el fin de desentrañar cómo la era digital puede / debe ponerse al servicio de sostenibilidad - entendida aquí como paradigma de la experiencia comunitaria global en el siglo XXI -, transformando prospectivamente la naturaleza del crecimiento económico, el sentido de inclusión social y el desafío de la protección ambiental»

Gustavo Hernandez
Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas

«Las relaciones internacionales son la base para instrumentar herramientas que puedan construir la plataforma sobre la cual establecer estrategias de cambio de políticas públicas, mecanismos de resolución de conflictos ambientales, en convergencia con la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos a través de la recepción por parte de los Estados. La Diplomacia Ambiental tiene un carácter proactivo en la correcta realización de los paradigmas ambientales globales »

Silvia Nonna
Universidad de Buenos Aires

«La democracia ambiental nació en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992. Entre otros principios ambientales fundamentales durante esa reunión mundial se adoptó el Principio 10 con consenso innegable para el reconocimiento de los desafíos ambientales sobre los que empezábamos a tomar conciencia que ahora enfrentamos casi con dramatismo, sabiendo que solo podremos superar tales desafíos con acceso a la información, a la participación y a la justicia ambiental. Luego de 6 años de negociaciones en 2018 se suscribió el Acuerdo de Escazú que reafirma y fortalece ese principio y los tres pilares básicos para la toma de decisiones ambientales. Se trata de un tratado regional de Derecho Ambiental de importancia fundamental para Latinoamérica»

Dulce Lopes
Instituto Jurídico

«En un mundo lleno de crisis y emergencias ambientales que se suman a otras crisis y emergencias ya existentes, es importante encontrar nuevas formas y estrategias para hacer frente a los complejos desafíos que se avecinan. La diplomacia del medio ambiente es un instrumento de ese tipo, esencial para crear conciencia y desarrollar la cooperación en un mundo cada vez más globalizado e interconectado. La diplomacia del medio ambiente debería tener la máxima prioridad entre los decisores de la comunidad internacional y es nuestro propósito ayudar a ponerla en el lugar que le corresponde»